A la hora de ejecutar un proyecto, nos encontramos con una serie de modalidades de construcción, y elegir la que se acomode a nuestras posibilidades y limitaciones puede llegar a ser abrumador, por eso es necesario conocer qué es lo que ofrece cada una de estas modalidades.

Principalmente, hay tres modalidades más populares:

• Suma alzada u obra vendida.
• Administración delegada.
• Proforma o por precio unitario.

La modalidad de obra vendida es una de las más extendidas. Consiste básicamente en que una empresa de construcción estudia el proyecto y determina cuál es su costo de construcción, así como sus gastos generales y utilidades. Con esto en mente, se ofrece un precio cerrado por el servicio de construcción en el cual se incluye la provisión de materiales, maquinarias y herramientas. Esta modalidad puede o no llevar un respaldo detallado del precio de cada ítem. También puede haber costos o "aumentos de obra" si no estuvieran en el contrato original, y de igual manera, si existieran ahorros, no se traspasarían al cliente.

En cambio, la administración delegada consiste justamente en delegar la ejecución a una empresa del rubro, ya sea una oficina de arquitectura o una empresa constructora. En este caso, la empresa sería la encargada de la administración de la obra, lo que implica la compra de materiales, el control de contratos de provisión de mano de obra y el equipamiento necesario para la obra. En esta modalidad, los ahorros que pudieran obtenerse serán traspasados al cliente, y en caso de que hubiera sobre costos, también correrían por su cuenta.

La tercera modalidad, quizá no tan popular, es la proforma o precio unitario en la obra. Esta modalidad consiste en que se calcula el precio de los ítems de la obra de manera unitaria, como por ejemplo muros, pisos, pintura, etc. Dentro del precio también se incluyen los costos de mano de obra y herramientas. Su uso no es tan extendido, ya que siempre se busca agilizar los procesos de ejecución y las dos modalidades anteriormente mencionadas ofrecen mayor agilidad en el proceso.

Como decíamos, puede llegar a ser un proceso un tanto abrumador. Es por esto que siempre recomendamos asesorarse de manera correcta para elegir la modalidad indicada para nuestro proyecto, para ahorrarnos más de un dolor de cabeza y que nuestro proyecto se realice de la mejor manera.

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