Planteamos el diseño de un refugio emplazado en los bosques de la Araucanía como un espacio entre dos placas: cielo y suelo. El interior busca captar una visión panorámica del entorno: troncos, copas de árboles, crestas y volcanes son enmarcados en las ventanas a modo de galería.
El refugio tiene dos espacios exteriores: una terraza para disfrutar del paisaje y un corredor a modo de acceso cubierto.