Proyectamos para este encargo cumplir con el objetivo que proponía emplazar una serie de programas de recreo privado en un terreno boscoso, aprovechando dos claros que tenía el bosque en el predio. Definimos dos áreas: una con cancha de tenis y otra, con un quincho, piscina y tinas calientes, conectados mediante pasarelas descubiertas y otras, techadas a manera de galería que recorre las distintas instalaciones en orden de privacidad.
El quincho, semi cerrado, se compone de una gran cubierta que descansa sobre muros de piedra natural de la zona, donde se albergan servicios a manera de un núcleo de acero inoxidable.